18.11.11

¡Aquí fue!

4.30 de la tarde. Avenida Fuerzas Armadas. Bus de Delicias. Se escuchaban algunas conversaciones entre los pasajeros cuando de pronto sonó: ¡Señores, buenas tardes!. Silencio y drama. Sinceramente pensé "aquí fue", nos atracaron.
Quien habló fue un chico que estaba de pie, en el medio del autobús. Lo curioso es que el chamo comenzó a hablar de Dios, del pecado, del castigo divino y de que debíamos arrepentirnos. Hacía mucho énfasis en que Jesús había muerto por nosotros y que cuando nosotros muriésemos, que sería pronto, debíamos demostrar qué hicimos de bueno por esta vida.
Repitió mucho eso, que moriríamos pronto. 
La mayoría de las personas estaba atenta a lo que decía y hacía. El chico hablaba con seguridad. En ningún momento se mostró inseguro.
La cuestión es esta: ¿tan mal estamos aquí, que así te vengan a hablar de Dios, te asustas?. Yo me asusté. Luego me dio vergüenza. El muchacho no venía a robar.


Bueno, eso.