Ayer, hablando con mi amiga Kellia recordé un par de cuentos que también me pasaron en el bus de Delicias. Maravilla en cuatro ruedas...bueno, creo que son más ruedas, pero ajá.
El primer cuento es del año pasado. Era noviembre y la gente en Maracaibo ya andaba loquita por la Feria de la Chinita. Eran las 11 de la mañana y el autobús venía medio lleno (medio vacío diría un emo).
No sé en qué momento, el jovencito que estaba de pie, un puesto más adelante al mío, sacó un cuchillo de cocina jajaja, en serio, un cuchillo de cocina y le dijo a la chica que estaba delante de mí: ¡dame tu celular, esto es un atraco!
Todos en el bus quedamos: ¿esto en en serio? (botón de drama). El autobús se volvió una locura porque todas las personas querían salir por la puerta delantera (que tiene un pasador algo complejo). Mientras eso pasada allá adelante, en el medio del autobús se libraba una campaña militar: un señor vestido con uniforme militar y armado con una carpeta le decía al joven asaltador "aquí no haréis nada" y lo amenazaba de una forma poco convencional.
No sé en qué momento se abrió la puerta trasera y los asaltadores salieron. Una calle más adelante venía una patrulla policial y los atrapó, en serio. Tal cual película de acción de los USA.
Fin.
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